viernes, 26 de mayo de 2017

El Rumor del Oleaje (Yukio Mishima)

Yukio Mishima



“Shiosai”, como su título original, es una de las novelas más emblemáticas del gran escritor nipón Yukio Mishima. Publicada en el año de 1954, a los 29 años de edad, cinco años después de su gran novela con tintes autobiográficos: Confesiones de una máscara (1949), que publicó a los 24 años. Mishima es uno de mis escritores japoneses favoritos, dentro del amplio número de escritores nipones que me gustan. Y si, fue un prodigio en la escritura, que desde muy temprano escribió grandes obras maestras. Tuvo una corta pero agitada vida. En los 45 años que vivió, podemos decir que vivió muchísimo, desde sus estudios de derecho en la Universidad de Tokio, pasando por su posterior trabajo como ejecutivo en el Ministerio de Finanzas, y por supuesto su época creativa, cuando abandona todo y decide seguir su pasión por las letras, junto con su activismo político y su afición a los viajes. 

La novela, ambientada en los años 50, en épocas de la posguerra, cuando Japón, luego del fin de la Segunda Guerra Mundial, estuvo ocupada durante un periodo por USA, fue ambientada prácticamente en el mismo tiempo en que fue escrita. Cuenta la historia de dos jóvenes, Shinji y Hatsue, quienes viven en una pequeña isla japonesa pesquera. Shinji es pescador, quien vive con su madre y su hermano menor, y Hatsue es la hija de un rico naviero, quien busca casarla para la permanencia de la familia. Ambos jóvenes se encuentran un día en la playa, en una muy bella escena, de casi todas las bellas escenas que componen este libro, y se enamoran, e inicia una pequeña aventura romántica donde deben combatir sus instintos pasionales, atormentados por su propia moral y tradiciones, buscan la mejor forma de poder estar juntos con el beneplácito de la sociedad y sus padres. 

Mishima toma esta sinopsis, que parecería de una novelita romántica cualquiera, y con la maestría de su pluma la convierte en poesía, en un retrato bello, triste y nostálgico del Japón rural de aquella época, con sus costumbres y sus tradiciones. Porque aunque es una historia de amor muy bella, lo más llamativo de la novela, es el trasfondo un político, social y cultural. Es bien conocida la posición de Mishima, que heredó de su padre, quien a la vez venía de una familia de Samurais, una posición nacionalista y conservadora, con una aberración a la occidentalización del Japón, y una nostalgia que le duró hasta el final de sus días por el Japón tradicional. Por lo que en la novela, esas bellas descripciones del pueblo, de su gente, de los ritos, de los valores, las creencias, y el culto a los dioses de los elementos de la naturaleza, como el del mar, que es otro gran protagonista de la novela, el mar de Mishima y su oleaje es un elemento de fuerza, que acompaña a la narración, y que a la vez sirve de elemento de cohesión para sus personajes, la historia y el mensaje de nostalgia por la belleza de las tradiciones pasadas. 

En este aspecto, como ya lo he mencionado otras veces, en otros escritos sobre escritores japoneses clásicos y contemporáneos, la occidentalización del Japón fue un proceso sin reversa, que aunque si minó en cierta forma algunos aspectos de la sociedad, debo decir que en el arte no fue afectada del todo. Porque siempre he dicho, que lo que me encanta del arte japonés, en su cine y en su literatura, es esa inherente sensibilidad, una poesía especial, auténtica, y una sencillez arrebatadora, pero a la vez bella de narrar la realidad. Eso tenía el Japón clásico, su arte, y los contemporáneos lo han mantenido. 
Claramente las historias son distintas, porque la sociedad si ha cambiado, y se ven nuevas dinámicas, pero en la parte artística, debo decir que aún me gustan artistas nipones, tanto en el cine y la literatura, y no ha perdido esa magia que tanto me encanta de ellos.  
En fin, “El Rumor del Oleaje”, a la vez, es un libro especial en la carrera de Mishima, porque su literatura no está precisamente caracterizada por historias tan bonitas como esta, como lo dice la gran Marguerite Yourcenar en su excelente ensayo sobre Mishima, titulado “Mishima o la visión del vacío”. La historia de amor de Shinji con Hatsue es una de las más bellas jamás escritas, las descripciones de los personajes, sus sentimientos, y el ambiente, y el mar, que a la vez están como bajo un encanto, hace una unión perfecta que estremece y sigue un ritmo liviano, sutil y penetrante, donde el lector quedará prendido en las primeras páginas. Aunque al final la historia, personalmente, me parece que flaquea un poco, se pierde un poco el encanto y entra como a un terreno distinto, muy complaciente con la historia en sí. Lo que refuerza mucho más la idea del trasfondo social dentro de la novela, y lo que Mishima quería plasmar y rescatar para su época. Y esa nostalgia y esa añoranza se hace presente también en su lectura. 

A pesar de esos detalles, sigue pareciéndome una excelente novela, porque es el ejemplo perfecto de la novela clásica japonesa, y una de sus más bellas escenas, que es cuando los protagonistas están desnudos en un cuarto separados por una hoguera, está descrita magistralmente, y ha sido tan copiada tanto en la literatura como en el cine. Una novela imprescindible para ahondar en la figura del gran Mishima, y en la literatura japonesa en general. 


8.5/10



Alejandro Salgado Baldovino (A.S.B)

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